Asesórese con un “personal shopper” si está pensando en cambiar su imagen

Asesórese con un “personal shopper” si está pensando en cambiar su imagen

En tan sólo dos días usted puede lucir como una diva o verse como un hombre de negocios o, simplemente, como desee.

Pero ese cambio de apariencia debe ir acorde con sus facciones y formas corporales, así como con los colores que se ajustan usted.

En Colombia, como en las grandes megalópolis del mundo, hay personas dedicadas específicamente a crear una nueva imagen para los que quieren un cambio en su vida por distintas circunstancias.

Se trata del “personal shopper” (comprador personal, en español), quien se dedica a asesorar y comprar para sus clientes, ya sea ropa, souvenires, arte, entre otros. Esta profesión nació en Nueva York, a mediados de los 80, como resultado del poco tiempo e información que tenía la gente al momento de comprar.

Y, en el país, este negocio ya lo ejercen personas como Consuelo Guzmán, ex virreina nacional de la Belleza 2001 y modelo profesional, cuya especialidad es la moda.

Para la experta, la idea es hacer una asesoría que perdure en el tiempo. Ésta depende de la personalidad del cliente, así como de lo que éste quiere, lo que permitirá hacer compras efectivas.

Quienes se acercan a un “personal shopper” no tienen un perfil definido, sólo tienen como fin cambiar de imagen. Algunos lo hacen porque enviudaron, otros porque ascendieron en la empresa en la que trabajan o, en el caso de algunas mujeres, porque acaban de dar a luz y tienen su ropero desactualizado. El valor de una asesoría oscila entre $80.000 hasta $1 millón, y depende del tipo de servicio que se presta. Algunas se hacen por internet y pueden costar entre $80.000 y $500.000.
Éstas se prestan a personas que viven por fuera de Cali y Bogotá, ciudades donde trabaja esta “personal shopper”.

El cambio de imagen
El proceso a seguir, según la profesional, es en primera instancia conocer al cliente. Para ello, es necesario hacerle una entrevista que posibilitará el conocimiento de sus cualidades y lo qué está buscando.

Luego de la entrevista, se hace un análisis para conocer la estructura corporal del cliente y, por último, un estudio de la forma del rostro.

“Con el estudio de rostro detectamos la forma de la cara. Teniendo esto como base, la persona puede ir al peluquero y sugerirle un corte de cabello. Hay mucha gente que va a la peluquería y le hacen el corte de moda, que muchas veces no le queda bien”, dice Guzmán.

Con toda esa información se prosigue a crear la nueva imagen.
Para su trabajo, Consuelo se apoya en un equipo de estilistas tanto en Bogotá como en Cali que, en opinión de la especialista, son personas que saben que lo primero que se le debe preguntar a un cliente es: ¿qué actividad realiza? o ¿cuál es su profesión?

Clientes
El número de personas que puede asesorar Consuelo Guzmán es variable. Hay meses en los que ella puede atender entre cinco y siete personas, otras temporadas se dedica a dictar charlas en empresas, donde enseña a la gente cómo vestirse.

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